En uno de los seminarios que di una señora me dijo con voz muy firme.

- "Yo ya estoy demasiado mayor para cambiar mi vida niño".

Primeramente le agradecí por haberme llamado niño. Al decirle mi edad se sorprendió porque no podía creer la actitud que percibía en mí con relación a  mi vida y edad.

- Entiendo lo que dice señora. Créame que la comprendo más de lo que usted piensa. Cree usted que lo que estoy haciendo es algo típico para mi edad o es más para un chico de unos veinti pocos.

Luego de un rato hablando en medio del seminario le hice unas pocas preguntas las cuales respondió muy compenetrada con lo que decía.

- Señora, ¿Se imagina vivir así como lo hace hoy un año más?

- No, para nada, no puedo más.-

 - Imagínese ahora vivir así 2 años más.

- uffffff, no quiero.- Contestó cada vez más involucrada con lo que decía.

 Imagínese por último vivir 5 años más así...

(Y  ya no hubo respuesta. Sus ojos hablaron más que cualquier palabra que podría haber dicho).

- Estas mismas preguntas me hice yo  señora. Llegue a una conclusión muy evidente y posiblemente usted llegue a la misma. Como no quiero seguir viviendo de esta manera mejor que comience a cambiar mi realidad lo antes posible.

Ya espere años a que cambiase sola y no sucedió.  Sé que necesito hacer cosas que nos son típicas para  mi edad y por ende me lo cuestiono. Es normal y por momentos mi mente me dice que está cansada para hacer esos cambios a esta altura de mi vida.

En ese preciso momento me digo que ahora posiblemente tenga más energía que dentro de 5 años para hacer esos cambios.

Y es en ese instante donde ya no me siento tan viejo. Al contrario me siento más joven que mi futuro yo y con más energías para realizar esos cambios. Entonces me pregunto:

¿Cuando quieres hacer esos cambios
que dentro de ti sabes que necesitas hacer Lucas?

Y la respuesta siempre termina siendo la misma señora. La respuesta es el único momento que existe.

- AHORA

(Por muy mayor que seas seguramente ahora tendrás más vitalidad que dentro de 5 años. A menos que tu apellido sea Gandhi o seas el Dalai Lama. Si eres un mortal como el resto, no existe un momento mejor que el ahora para empezar a construir paso a paso la realidad que quieres en tu vida).

Yo Soy Lucas