Si una imagen vale más que mil palabras, un video vale más que un millón! 😀

A esto lo llaman Canyoning!

(El lugar donde se puede hacer es Da Lat, Vietnam)

Miedo a las alturas

Madre mía en donde me metí, fue uno de los primeros pensamientos que me vinieron a la cabeza cuando comencé el descenso de la cascada de 25 metros de altura. La primera vez que literalmente sentí que mi vida estaba en mis manos. Una metáfora muy cierta que me repito habitualmente, pero que en ese caso fue una realidad más grande que un templo.

Habitualmente no pasa nada dijo el guía. Claro... "habitualmente"... Luego me entere que el día anterior un chico tuvo que ser hospitalizado por sufrir un duro golpe en la caída. Así que es algo para realizar con mucho cuidado y respeto. Siempre siguiendo la indicaciones y el consejo de los monitores.

El miedo a las alturas

En mi caso más que por diversión lo hice para enfrentar el miedo a las alturas. Así que durante el descenso, el mantra que no dejaba de repetirme era "Lucas, no sueltes esta cuerda por el amor de Dios" jajajajaja xD.

Posiblemente el no controlar la técnica para el descenso en rappel lo hizo todo aun más difícil.  Lejos de la facilidad de la maniobra tal y como la había explicado el monitor, el peso se repartió sobre mis dos manos. El grado de tensión muscular en el descenso fue muy alto, mientras que el aluvión de agua que caía en mi frente no ayudaba especialmente a la maniobra.

Menos mal que practico ejercicio habitualmente, me dije en ese momento, mientras les pedía a mis brazos que hicieran el resto. Y así fue pasando.  Una eternidad de tiempo sucediendo en cámara lenta. El broche del descenso fue el momento en caída libre de espalda. "Suelta la cuerda y salta", dijo el guía con voz firme y segura. Un acto de confianza, una necesidad de soltarse a la vida para que ésta te abrace y te recoja en sus brazos.

Como si hubiera sido poco, luego vino un salto OPTATIVO en caída libre desde 11 metros de altura.  Ya lo había hecho en Laos desde 4 metros, y en Vang Vieng desde unos 6 metros. Dicho reto que escurrido por la mayoría de personas de mi grupo, se transformo en una oportunidad, para fruto de la rabia, dar un gran paso en mi crecimiento personal.

Así que para afrontar el miedo a las alturas hay una sola forma... caminar paso a paso en su dirección. Es al día de la fecha que al acercarme a  grandes alturas mi reacción ha cambiado notablemente. Así que los animo a hacer lo que todos los días me repetía el monje en el Templo de Chiang Mai. "Lerning by doing" o lo que es lo mismo. Aprende a base de practicarlo.

Yo Soy Lucas