Diario emocional de un mochilero

Si lo que deseas no viene a ti, usa el plan ve.

Cap. 39 - Para vos mama.

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Cap. 39 - Para vos mama.

¿Pensabas que me iba a olvidar de vos mamá?

La verdad es que no tengo palabras para agradecerte todo lo que has hecho por mí. El que te conoce va a poder entender una milésima parte de lo que puedo llegar a escribir aquí.

Gracias por estar siempre ahí. De manera incondicional. Aceptando mis decisiones aún cuando sabía que no las compartías. Entendiendo la  necesidad de irme lejos obedeciendo el deseo de encontrarme. Respetando mis silencios y siempre dispuesta a brindarme una palabra de aliento.

Está clarísimo que yo te elegí a vos para venir a este mundo. Solo bajo tu manto de dulzura y amor podría haber desarrollado esta sensibilidad que tengo. Una sensibilidad que hace muchos años ya estaba latente en mi interior y que hoy es uno de mis mayores pilares como facilitador.

Gracias por en enseñarme la lección más importante que una persona debe aprender en la vida. Gracias por enseñarme que el amor es única herramienta mágica con que cuenta mi alma para ver y hacer las cosas. Gracias por mostrarme con tu ejemplo que una palabra dulce es el mejor rotulador para dibujar sonrisas.

Tantas y tantas teorías que he estudiado para llegar a conclusiones tan simples y tan básicas. Cosas que te dicen pero hasta que no conectas realmente con ellas no  transforman  tu vida.

Cientos y cientos de herramientas llevo en la maleta hoy mamá. Cientos de formas para gestionar mis emociones y hacer realidad mis proyectos. Cientos de alternativas veo cuando una puerta se cierra delante de mí.

Pero hay una sola herramienta que te cambia la vida y nada vuelve a ser igual. Y esa herramienta se llama amor.

El amor hacia uno mismo. El amor a nuestros seres queridos. Nuestra familia. Nuestros amigos. El amor es la gasolina más fuerte que existe. Un concentrado que todo lo consigue. Un líquido que diluye las excusas. Una fuerza capaz de levantar a cualquier ser humano de cualquier caída.

Si... de cualquiera.

El que conecte con esta fuerza que se llame amor va a poder entender estas líneas. Va poder conectar consigo mismo a un nivel especial. Va a llegar a un entendimiento diferente de la vida. Un lugar en el que finalmente terminas llegando a la misma conclusión.

Todo se puede en esta vida si estás dispuesto a apostar fuerte por ello.

Te volvería a elegir mil veces más mamá. A vos, a papá y a Pablo. Los volvería a elegir mil veces más a ustedes porque son mis maestros. Pasar por el peor momento de mi vida me puso justo delante la oportunidad y la necesidad de transformarme. Me puso justo en mi camino. Me puso justo delante de la oportunidad de verme por primera vez desde otro lugar. Con otros ojos.

Intenté de mil maneras diferentes ayudarlos. Intenté que funcione y desde dentro no lo conseguí. Estudiar el mundo de la inteligencia emocional me enseñó que hay una sola manera de decir las cosas. Y es con nuestros actos. Quiero que cada uno de ustedes haga realidad sus sueños. Descubrí que la mejor manera de acompañarlos era hacer  realidad los míos.

Los amo.

Gracias por todos y cada uno de los momentos que pasamos juntos. Los buenos y  los malos. Sin ellos hoy no sería la persona que soy.

Y la última hoja es para vos abuelo.

Como te extraño por Dios. Cuanto te echo en falta y cuanto te necesito abuelo. Que ganas de abrazarte y tomarme unos mates con vos.

Gracias por ser mi ángel de la guarda y cuidarme todos los días desde el cielo. Fueron muchos los momentos de peligro durante estos dos años solo por el mundo. Curiosamente siempre algo terminaba pasando para que una luz se abriese en el horizonte.

Gracias por dejarme la mejor herencia que se le puede dar a una persona. Gracias por enseñarme que la nobleza es la diferencia entre un hombre y un caballero. Gracias por haberme enseñado que las cosas con un toque de humor  llegan al corazón de las personas.

Me lo prometí.

Te lo prometí sólo a vos abuelo. Por  los días en los que me fallase a mí mismo. Fueron muchos. Sabía que lo iba a hacer igual por Máximo y por vos. . No me avergüenza reconocerlo. Cada vez me siento  más fuerte mostrando mis debilidades.

Te dije que lo iba a conseguir y acá me tenes abuelo. La mejor manera de decirte que te amo. La mejor manera que encontré para honrar tu memoria era ésta. Conseguirlo y cumplir mi palabra. Este libro es para Maxi. Este libro es para vos abuelo.

Lo que me enseñaste es más válido que nunca. Valiente no es el que no tiene miedo. Valiente es el que lo enfrenta. Gracias por darme la lección definitiva en mi vida. Gracias por enseñarme que las cosas materiales poco valor tienen. Cambiaria todo lo que tengo por poder darte un abrazo más abuelo.

Gracias por enseñarme día tras día que el amor es la única gasolina que nunca se agota.

Si este libro consigue que al menos una personas enfrente uno de sus miedos y que otra levante el teléfono y vuelva a hablar con algún familiar con el que lleva un tiempo distanciado ya no le puedo pedir nada más a la vida.

Ya me puedo ir en paz dejando mi semilla en este mundo.

 La base de los malos entendidos radica en que cada uno de nosotros percibe la vida de una manera distinta. Ninguna de ellas es mejor ni peor que la del otro. Simplemente son diferentes.

Te pido que recuerdes algún momento en los que te hayas enfadado con  personas a la que quieres mucho. Algún momento en el que no le hayas hablado de la mejor manera. Hazte una pregunta. ¿En ese momento dejaste de quererla?

No ¿verdad...?

La sobreprotección de muchos habitualmente radica en que las personas tienen miedo a que a uno le pase algo. Son muchas las maneras de decir las cosas y está claro que algunas resultan dañinas.

Te lo pongo con un ejemplo. Cuando un niño cruza corriendo la calle y la madre se enfada y le grita. Alguno diría que la emoción predominante en esa madre es el enfado.

En este caso el enfado es la emoción secundaria. Digamos que es  la que se ve. La emoción primaria que esa madre está viviendo se llama miedo.

Entender que muchos de los malos entendidos surgen de este mismo principio lo cambia todo.

¿Te gustaría levantar el teléfono y llamar a alguien?